Wednesday, January 10, 2007

MI AMIGO EL CALATRABA, VIVENCIAS DE UN HUEVO UNICO

Alfredo Moreno Valerón

Mi nombre es Alfredo, soy colombófilo y me gustaría hacer un homenaje a todas las palomas mensajeras que sufren las dificultades de poder sobrevivir, a carreras contrarreloj, contra el viento, mareas, rapaces, tendidos eléctricos y otros tantos peligros que corren nuestros animalitos, a la hora de ser soltadas a cientos de kilómetros de su casa, buscado desesperadamente el cariño, al palomar donde nacieron y han criado.
Regresando a un lugar donde le espera su prole, sus antepasados, su familia y como no; su cuidador.

Esta es la vivencia de un palomo llamado Calatrava, un animal especial por haber pasado tantas bisisitudes a lo largo de su pequeña vida. Me he intentado introducir con mi imaginación en su cuerpo, narrando lo que ha podido pasar durante estos años, desde que lo engendraron hasta hoy en dia.

Así comienza una novela corta, llena de emoción e imaginación; esperando que les guste y puedan entretenerse, dando rienda suelta a su imaginación.

***CAPÍTULO PRIMERO. SOY UN HUEVO***

Estoy dentro de un Huevo, deforme y rugoso; soy yema y clara y mi madre con mucho esfuerzo me ha sacado de sus entrañas, noto como mi padre arrulla, con sonido ronco y grave, pregonando a todo el palomar que su amada paloma, ha puesto un solo huevo.

Después de una hora noto que mi madre con delicadeza me da la vuelta, para colocarme mejor.
Hay una temperatura muy agradable estoy calentito, pero en ese momento noto que a mi lado hay un huevo, frío y duro, creo que es de mi madre, pero ella regocijada también lo calienta.
Trato de comunicarme con él, pero no me contesta; no me preocupo porque sé que soy el Único, ya que noto cada cierto tiempo el roce del pico de mis padres por mí cascara, dando me la vuelta.

Ya voy creciendo dentro de este huevo tan deforme, creo es causado por el grado tan alto de consanguinidad, o por algún defecto biológico de mi madre, le oigo decir contenta a mi padre ¡Esta vez si tenemos un pichón!, Mi padre más contento se pone a desafiar arrullando con fuerza y vitalidad a las demás palomas del palomar.
Sigo creciendo y ya voy cogiendo forma, soy un embrión muy guapo, con ojos grandes y saltones, enroscado en forma fetal, como debe ser. Duermo mucho la mayoría del tiempo, pero mis padres vigilantes, no dejan que nadie entre en el nido. Estoy muy confortable y calentito, pero a veces noto como mi madre se desprende del nido bruscamente, levantándose y dejando me dentro del nido, solo con el huevo que no habla, al momento siento como me levantan y me ponen al sol, noto frío y mucha luz, creo que una mano me ha cogido con cuidado y pone sus dedos en los extremos.

Cual fue mi sorpresa que al regresar al nido; encontré que estaba mas frío que de costumbre, note un cosquilleo por la cascara que me agradaba y era que uno de mis criadores le habían cambiado la arena, por una limpia y seca.
Sigo enfadado pues el otro huevo no me habla y estoy muy aburrido, pues solo oigo a mis padres hablar cerca de mí diciéndose el uno al otro; que hacer con dicho huevo.
¡Por fin mi padre se decide!
Le dice a mi madre que lo dejan ahí hasta que el criador lo quite.
Mi pregunta es:
¿Qué es un Criador?
¿ Será esa mano que me coge de vez en cuando, para saber si estoy aquí dentro?
¡Bueno, será que no me ven! Porque aquí dentro estoy; sano y contento, dejando que la madre naturaleza siga su curso.
Pasan los días y sigo creciendo, el huevo ya se me esta haciendo chico y esta tela me molesta cada vez mas, es incomoda y pegajosa, pero me da igual ya que me queda muy poco por salir.

Oigo decir a mi padre que va a un concurso, que el criador ha traído la cesta, para meterlo y que volverá pronto, mi madre sollozando le dice; que tenga mucho cuidado con el mar, que coja la ruta más segura, que no se fíe del bando y que siga su instinto de orientación.
Y yo me pregunto, ¿Qué es todo eso que le dice?, ¿Qué es viajar? ¿Qué es el mar? ¿Qué es la orientación? Y ¿el instinto?


¡Fa, cosas de padres, seguro!
Yo tengo ya doce días y estoy aquí, dentro, pero nadie me escucha, ¿será que tendré que nacer, para que me hagan caso?
Noto que mi madre le dice a mi padre; que se meta en el casillero con ella, que a lo mejor no lo ve y coge a otro, mi padre le responde que no; porque pueden romper los huevo, pero ella insiste, hasta que se mete dentro con ella.
Hay mucho ruido en el palomar; todos están nerviosos y mi madre empieza a ponerse inquieta, se mueve mucho, dice que le esta dando miedo esta separación y trata de intimidar al criador, estofándose y dándole picotazos, pero noto que en el forcejeo me doy un tortazo contra el nido y mi cascara se agrieta un poco, no entra luz y la membrana que me rodea no se ha roto. ¡BUF! Que miedo, llega la calma y mi madre se vuelve a echar, sobre mí.
Noto su calor de nuevo y sus delicadas caricias en mi mutilada cascara, me rueda y me pone boca abajo, bueno ya que es una posición incomoda; mejor será que me duerma, hasta que deje de sollozar mi madre.
Lo que sí me extraña es que al otro huevo, no le ha pasado nada de nada. ¡Que extraño!

No me obsesiono, pero lo siento al lado mío y no me dice nada, estoy dudando que sea un huevo de paloma, ¿o es que es extranjero y no entiende mi idioma?

¡Buaaaaahhhg! Que sietón me he dado, ¡madre mía!, Habré dormido como unas tres horas por lo menos.
Bien; parece que mi madre ya esta mas tranquila, noto que sus pulsaciones han bajado, ya que antes entre los sollozos de todas las hembras del palomar y los suspiros de mi madre, me quedé dormido.

Mi madre llama a su vecina, le llama por su nombre “La 14”. Esta es una veterana paloma por lo que entiendo de la conversación que mantienen. Mi mamá le esta preguntando que se siente rara y pesada, dice que tiene papilla. La 14 le comunica que es lógico, ella es novata y a los doce días aproximadamente empieza ha regenerarse todo su cuerpo, adaptándose para crear una papilla, que servirá para alimentar a los pichones.
Y yo me pregunto; ¿Qué es la papilla? Será eso que ahora noto en el cuerpo de mi madre, cuando me incuba, es como liquido, se mueve de un lado para otro y pesa un poco. ¿Estará incomoda?.
La pobre, todos los esfuerzos que tiene que hacer para, incubarme y encima todos los machos del palomar nos han dejado, menos a Hercules.

Mi madre le pregunta a la 14, por que este macho arrogante y bruto, se ha quedado en el palomar y no va en la cesta. La 14 le dice; que tenga cuidado con él, es más grande y fuerte que los demás y que el criador solo lo tiene para llevarlo a las Exposiciones, ¡Es el niño mimado del palomar! Tiene mal carácter y a veces trata de meterse en los criaderos a molestarnos, pero no te preocupes que yo estoy a tu lado, si tienes problemas, me avisas.

Es la hora de comer, y ya entiendo que cuando los criadores empiezan a silbar; es porque ya viene de camino la comida, en esos momentos mi madre se levanta y va a comer, pero parece que vuelve rápidamente al casillero, diciéndole a la 14 que Hercules le ha estado insinuando, proposiciones indecentes y ella le han dicho que no. Encima se ha enfrentado a él, la 14 le dice que espere hasta que coma y vaya a su criadero, luego bajaremos y comeremos con su señora, es encantadora y es como nosotras, estilizada, finita, muy guapa.

Pasan los días y se empiezan a desesperar, normalmente nos dice la 14, que hoy deben de venir pero no sabe que pasa.
En esto observa que el criador empieza a silbar y gritar como un loco, mi madre empieza a ponerse nerviosa y ha acelerado su corazón, sin que ella lo diga; creo que mi padre esta apunto de llegar, y cierto es porque empieza a llamarlo, la 14 también empieza a llamar a su macho, yo la oigo. Todas están nerviosas y empiezan a llamar a sus parejas, cuando mi madre exclama, ¡mira 14 tu marido y mi marido!
Parecía que el corazón de mi madre se iba a salir del sitio, se levantaba, se echaba, estaba muy inquieta, hasta que mi padre entra en el casillero después de tres días sin él lo volví a escuchar, no paraba de arrullar y de contarle a mi madre que el 60 le gano, por muy poco y que fue una suelta muy difícil, Bla, Bla, Bla.
Es que no paran de hablar y ahora mismo estoy cansado por el ajetreo y los ruidos, esperando me den la vuelta para dormir de nuevo. ¡Ahora sí!, Ya noto el pico de mi padre sobre la cascara y su calor, aunque no lo crean, lo conozco por la respiración; es muy acelerada y siempre esta inquieto.
Aveces se pone a arrullarme para que me duerma.
Es mi padre un ejemplar único, se pone a contarme historias de sus antepasados, aunque él no lo crea; ya me parece como si yo las supiera o las hubiera vivido. Tal vez por que llevo esa información en la sangre, no lo sé.

Él me habla mientras duermo, repitiendo me continuamente sus hazañas, sus vuelos, tal vez porque sea el único hijo que ha tenido con mi madre.
Esta contento y orgulloso, pero lo único que deseo es salir de aquí y conocerlo, me empiezo a aburrir ya tengo 17 días y me estoy incomodando, parece que la cascara me oprime mis delicadas articulaciones, me golpeo la cabeza continuamente y me voy colocando; para mañana empezar a salir por fin de este huevo tan deforme.

Hoy es el último dia, de mi estancia en este ya renombrado huevo. En mi pico llevo un pequeño martillo que es algo puntiagudo y duro, es como una verruga muy dura, la cual emplearé para romper el huevo.
Empiezo la maniobra, de salida empiezo a moverme continuamente, intentando me estirar lo más posible, pero no puedo; con lo que empiezo a martillear sin cesar mi casa, la casa que durante 18 días me ha estado protegiendo, del frío, del excesivo calor, regulando mis padres la temperatura de dicho caparazón.
Estoy nervioso, empiezo a sentir dentro de mi un deseo incontrolable por ver la luz, ver a mi padre y conocer el mundo donde he nacido y me desarrollaré. Sigo luchando, pero la cascara se resiste, la tela que me rodea y era tan útil, me empieza a parecer, molesta y se empieza a secar.

Trato de salir pero no puedo, mis padres se ponen nerviosos por que pasan las horas y no logro salir.
¿Qué me pasa? ¿Es que no me ayudan mis padres? Estoy solo y me empiezo a cansar, mis fuerzas me abandonan y creo que voy a morir.

En un ultimo intento; trato nuevamente de romper la cascara y por fin logro resquebrajarla, sigo martilleando sin cesar, pero no tengo mas fuerzas, me resigno de por lo menos haber visto la luz, entre el plumón de mis padres.
¡Es el fin de mi corta y única existencia!
Trato de llamar la atención de mi madre rozando le mi delicado pico en su vientre, pero no puedo desprenderme del todo; de esta ahora cárcel, que es la cascara, blanca.
Veo al otro huevo, y por mas que le pido ayuda, no me contesta, sigue sin hablarse con migo. Mi madre llama a mi padre, que esta peleando con Hercules, seguramente por lo que le dijo a mi madre el otro dia, este sube al casillero y le dice a mi madre que se levante, ella no quiere pero él le impone que se levante, se van al suelo.
El criador esta dentro del palomar, ya que siento su presencia en mi ser, es cuando entonces mi madre se pone a avisarme del peligro que corro, la 14 la tranquiliza, diciendo que tenga paciencia.
Es cuando noto por segunda vez esa sensación, sobre mí cascara y después sobre mi delicada piel. Son los dedos y manos de mis criadores.
Con mucho cuidado, empieza a romper en trocitos, la cascara del huevo, ya empiezo a notar mas frío, y desfallezco, cuando siento un gran pellizco en mi lomo, es el criador que me ha hecho daño al intentar retirar la cascara de mi piel, noto como un liquido recorre mi cuerpo, es caliente y roja, creo que es sangre.

Al cabo de unos minutos e inconsciente, noto que me vuelven a dejar en el nido, siento el frescor de la tierra limpia, pero no veo al otro huevo. Lo tiene mi dueño, es raro pero veo como lo abre por la mitad. ¿Será de plástico? Es una sensación rara pero parezco más ágil y liberado.
¡He Nacido! ¡Por fin!

Seguirá………….



***CAPÍTULO SEGUNDO: SOY UN PICHÓN.***

Tengo ya cinco días de nacido y en estos días; he podido captar la agradable sensación del roce del plumón de mis padres, de su vientre y de sus insistentes caricias.

He probado la rica y nutritiva papilla de mis padres, es como “EL GOFIO”, noto el calorcito que me dan mis padres; Que con un leve movimiento de mi cabeza, saben cuando tengo hambre, el roce de mi pico en su azulada y limpia carne, le estimula a poder regurgitar el ¡manjar de Dioses! que me ofrecen.

Empiezo abrir los ojos y solo veo plumas y arena, distingo a lo lejos; una pared de color rojizo, que forma un círculo alrededor de mí, ¡EL NIDAL!. Paso la mayor parte del tiempo comiendo y durmiendo, mis movimientos de cabeza, indican a mis padres mi curiosidad, por ver mas aya del plumón y la arena.
En el mismo instante que trato de ver algo mas aya de esa cortina azulada, noto que mi madre se estofa y pronuncia un sonido de alerta, ¡Alguien se acerca y no es bien venido!.

Ella se mueve, sarandeandome, pero lo que trata de hacer; es que nadie toque a su ÚNICO HIJO, es normal; ya que defiende con carácter su territorio y su descendencia.
Este carácter de mi madre; es muy fuerte y lo sé, por las continuas discusiones que tiene con mi padre, ya que es ella; la que quiere pasar el mayor tiempo posible, calentándome y alimentándome. Esto es lógico; es una “GEMELA DE PURA CEPA”

En uno de sus agresivos y violentos movimientos me deja panza arriba, dentro del nidal, cuando viendo todo al revés, se acerca la mano que en su dia me ayudo a salir del HUEVO.
Cogiéndome con cuidado, me saca del nido y me lleva hasta una altura muy considerable, es una sensación nueva y excitante, pudiéndose comparar a una Gigantesca Montaña Rusa para este pichón; es normal, mi dueño mide 1,90.
Veo sus ojos como se aumentan de tamaño y me empieza ha hablar.

El idioma de los humanos lo entiendo; pues desde huevo siempre oía esa lengua, de tan rara especie.
Con voz algo mimosa me dice; ¡Te llamare como a tu abuelo, desde hoy serás EL CALATRAVA!
Con sus delicados dedos, de suave textura, me acaricia y me relata los innumerables viajes de mi abuelo, un portento Machote azul, del año 1980, con un pellejo que le colgaba, desde el principio del pico, hasta el buche, de ojo Español Rojizo, de carácter Noble y tranquilo, viajado de todas las distancias y direcciones.
¡UN GENIO! Que le dio muchos premios a su dueño, D. Francisco Sanabria Morales, una leyenda viva de la Colombofília Isleña y que mi dueño, Alfredo Moreno lo tuvo en su Reproducción.

Durante; pues no sé……. Ya que el tiempo se me va volando (nunca mejor dicho), estuve en su palma de la mano izquierda y con gran ilusión me dijo. ¡Tu serás mi guía!

Dejándome de nuevo en el Canico y levantando a mi querida madre, me deposita en la templada y granulada arena de playa. Arena de playa limpia, fresca y seca, donde con su olor y sabor, aprendo a distinguir mis sentimientos de Paloma Isleña, que desde mis antiquísimos ancestros; han sobre volado este Edén o pequeño Paraíso.

El olor de la mar; se impregna en mis delicadas narices, noto el agradable murmullo de las olas del mar, el Olor a Marisco, a su agua transparente, azul y de inconfundible OLOR, de su inmensidad y fortaleza, esa fortaleza que desde chico, se nos mete en el Sentir, Corazón y mente de esta Raza de palomas; que tras volar y cabalgar las innumerables olas, llegamos a casa, retornando desde tan largas distancias, sin otro refugio que algún barco en travesía o bien alguna plataforma Petrolífera.
Teniendo como acompañantes, la soledad, la fatiga y la nobleza de una estirpe, cargada de gloria de los que regresaron y de los invasores de los que no pudieron llegar, quedándose en el fondo de los mares, para ser comida de una variedad de peces y mamíferos que nadan a sus anchas, por las aguas de mi querida tierra.
¡BUENO ESO ES LO QUE ME DICE MI PADRE! Ja ja, pero hasta que no lo experimente por mí mismo, no sabré; si lo que me cuenta mi padre; es o no, verdad, de momento solo me preocupo en crecer para ser mayor. ¡YA SABEIS LO EXAGERADOS QUE SON LOS PADRES!
Van pasando los días y se oye un comentario general en la colonia, se acercan las últimas competiciones, y le pregunto a mi madre. ¿Mamá por que lo sabéis? Ella me contesta; por que nos han cambiado la comida, esta es más abundante y con mas granos chicos, el dueño la llama comida de combate.

Mi padre sale a dar su hora de entrenamiento con todos los demás, esta muy excitado, y se pelea con el 60, le pregunto a mi madre; él porque, de esta pelea. Ella me comenta que ha oído; rumores palominos, de que el dueño después de siete años de concursos y más de veintiún primeros premios de velocidad, entre ellos Sociales y Provinciales; quieren retirarlo para la reproducción, el 60 no lo acepta y quiere demostrarle al dueño, de que todavía es capaz de conseguir mas premios, por eso Papá al decirle que iba a coger el relevo de la colonia, se ha enfadado y se han peleado.
Es que el 60 ya es mayor.

En mis largos y reposados sueños; había oído hablar tanto a mis padres del 60, que ya lo conozco como si lo hubiera visto, pero me crea un respeto y admiración por este ejemplar; de tantos kilómetros y horas de vuelo.
Dicen las malas lenguas y picos, que fue criado por Hercules y que aprendió a pelear gracias a él, que su fuerte temperamento y carácter; lo heredo de sus antepasados los FRANSAMOS, que su color Negro Azabache; fue un salto atrás; Por su abuelo el Negro Simón, Campeón de España en la modalidad de Sport Ibérico y que los ojos aterradores o terroríficos, son de su padre el Tapias, un Azul Sion, Regalo de su buen amigo Tapias.
No es de extrañar; que me impresione, las historias contadas por mi padre, pero es que él; es el hermano menor del 60 y siempre han tenido rivalidades, esto pasa en las mejores familias; pero mi caso es diferente, SOY ÚNICO.

Después del ajetreado dia, me tomo un respiro, y me empiezo a sentir diferente, noto una sensación tremendamente nueva, mi diminuto pellejo, me empieza a dar unas pequeñas descargas eléctricas, como si fueran pequeños calambrazos; pero es un sentimiento agradable, es que tengo un deseo incontrolado de acicalarme el plumaje, pero es que no tengo, solo tengo un color oscuro grisáceo y no veo las plumas.
Será que estoy delirando ¿después de tantas y tantas historias?

Bueno, sé que el pequeñíto punto o verruga de mi pico, empieza a desaparecer, mantengo mejor el equilibrio de mi cabeza, ya no se me va para un lado u el otro, tomo una posición centrada en el nido, aunque mi madre; tiende a desviarse hacia la izquierda, mañana tendré ya siete días y noto que mi madre sube de pulsaciones, se acerca el gran dia.

Es de noche y muy oscuro, solo se oye el canto del BIRRO, un pájaro Canario. Dice mi madre que cuando el dueño enciende el SOL (BOMBILLO) no para de cantar, es como las canciones de cuna, que me canta mi madre antes de dormirme.

Seguramente estará preparando el concurso de mañana.

Otro dia amanece en mi casa, noto como los primeros rayos del Alba; Entran por las ranuras de mi casillero, me he de salir del plumón de mi Madre para poderlo apreciar, es tan espeso que a veces le digo que valla a la Plumífera a cortarse las plumas y siempre se ríe, (PELUQUERIA PALOMIFERA) ES NORMAL QUE SÉ RIA.

Ya empiezan a oírse los primeros arrullos, peleas y demás discusiones de la colonia, es normal se acerca la hora del enceste y están todos sublevados por la emoción y el nerviosismo, mi madre se levanta y sale del nido, mi padre tampoco esta. UHHHM que raro, veo una sombra oscura que se mete en el criadero, ¡SERA MI PADRE CON COMIDA!
No, no lo es; solo veo plumas negras, gran nariz y unos ojos aterradores, por un momento me vino al pensamiento, que podría ser el 60 pero ¿? ¡Si es el 60!, ¡Madre mía, me lo he hecho encima!

Con mirada fija se acerca y con voz ronca me dice. ¿Quién eres tu?.
Con voz entre cortada y fina, le digo SOY EL CALATRAVA, Hijo del ……. Cuando quería decirle mi Árbol Genealógico, me interrumpe, expresando
¡Se quien eres! Eres mi sobrino y he venido a ver lo flacucho que eres, esas palabras me dolieron tanto que con un alarde de rabia le dije.
¡Es Usted un mal educado, jamas se debe interrumpir a un pichón cuando habla! Riéndose me dijo,
¡BIEN, MUY BIEN!, Tienes carácter y eso me gusta, se nota que llevas sangre de los GEMELOS por tus venas, ENANO.
Con gran indiferencia se acerco al nidal y prolongo su corto, pero fuerte cuello, mirándome detenidamente, exclamó.
Veo que tienes un pequeño corte, en el lomo. ¿Te han maltratado tus padres?
Con rabia le conteste. ¡NO! Ellos son muy buenos y me quieren mucho esto me lo hizo, mi dueño.

¡Vale, vale! Veo que no quieres hablar con migo, después de ojear insistentemente el casillero, se iba a ir cuando, no sé por qué; me dio pena y le dije.
¿Qué le pasa, por que es usted tan serio?

Él me contesto; Calatrava, cuando seas mayor lo entenderás. Entenderás que para volar a 30 cm del agua, en pleno mar, sorteando las olas, impregnándote de agua salada, que se pega a tus alas y plumas, que a menudo, ves como familiares tuyos se los tragan las olas, al intentar surcar o cruzar el mar, cuando ves llanuras y largas extensiones de Arena, montañas que se elevan como grandes gigantes, deseando ver tu casa, ves como atraviesas las azoteas y casas esquivando el viento fuerte o Alisios, que a pesar de la Calima que entra en tus narices, dificultándote la respiración, sabrás entonces por que ante tantas dificultades, hemos de tener un carácter Recio, Firme y sobre todo; sentido común. Para que año tras años después de miles de kilómetros, llegues a la vejez será entonces; cuando mires atrás y te acordaras, que mi seriedad la he cultivado a lo largo de mi vida; gracias a las vivencias que he tenido que pasar. Los horrores que he tenido que ver en alta mar, cuando hemos tenido que esquivar a los VERDUGOS, que como trampas traicioneras, esperan en los PASOS de palomas, la llegada de las mismas, abalanzando se sobre nosotros.
Estas son; las tantas imagines que se me han quedado en mi mente y en mi corazón, por ello querido sobrino Calatrava, es el que mi forma de ser palomino, es tan fuerte y desconfiado, pues es la única forma de poder sobrevivir en tan extremas circunstancias.

Bueno; te dejo que he de ir a ver a mis hijos y a mi mujer, la 14 antes de mi último viaje.
Recuerda ¡en la vida, sé tu mismo!.

Esta visita inesperada, me dejo tan exhausto por los nervios, que rápidamente me quede dormido.
Al despertarme oía a mi madre sollozar, esto mismo lo sentí cuando estaba en el huevo, supe entonces que mi padre había sido encestado para su misión junto con el querido 60.

Pasaron dos días y justo al amanecer, sentí como las pulsaciones de mi madre se iban acelerando, fue entonces; cuando supe que era el DIA.
Empezó a elevarse el sol, y no oía al BIRRO, seguramente el dueño, se quedo hasta muy tarde en la Azotea, teniendo ahora el buen Canario, mucho sueño, eso le pasa por estar de juerga, cantando sin parar, cualquier dia de esto se queda ronco.
Mi madre junto con las demás hembras del Palomar, va a comer; hoy no vuelan pues como es dia de suelta el dueño las deja encerradas por Etica Colombófila, se oyen comentarios de que Alexis, Alfredo y Sanabria, están nerviosos, pues el tiempo a virado y hay un viento fuerte, tal vez tengan que suspender la suelta.
Después de comer todas de nuevo al nido y lo sé porque mi madre viene con el buche lleno de comida, una comida rica que me hace crecer dia a dia. Después de un largo tiempo y sin saber nada, mi dueño me vuelve a coger, me da la vuelta dejándome boca arriba, creo que me voy a asfixiar, pues el buche lo tengo lleno del RICO MAJAR DE DIOSES.
Noto como me sujeta con los dedos una de mis delicadas patitas y noto como me pone algo frío y redondo, es “LA ANILLA DE NIDO” Ya soy una paloma mensajera Registrada.
Lo sé porque desde que abrí los ojos; continuamente veía de color azul, la anilla de mi madre y cuando le decía que me hacia daño, en la cabeza con ella, mi mamá exclamaba. ¡Maldita Anilla!

¡Veis como se aprende muchas cosas desde pequeñín!

Por la emisora de radio, se escuchan muchas conversaciones de colombófilos, lo sé porque es un ruido ensordecedor, todos hablando a la vez, ¡Estos humanos son tremendos! Hay alguno que ya desde tempranito, esta entonado, cantando folias sin parar. La verdad yo prefiero mas al BIRRO y sus cantos de pájaro Canario. Entre tanto y muy pendientes mi dueño junto a Alexis y Sanabria esperan saber si al final soltaron.
Después de un rato, se acerca mi dueño y cogiéndome de nuevo me dice ¡YA VIENE PAPÁ! Se soltó por fin.
Después de mucho, mucho tiempo escucho como mi dueño le dice a Alexis. Alex, creo que vienen palomas, este le contesta ¿Cómo lo sabes jodido?. Fíjate que todas las hembras están inquietas, sobre todo la 14, mira.
No era de extrañar, se estaba peleando con Hercules en el suelo, toas las hembras del palomar, incluida mi madre, estaban muy, muy nerviosas y presentían la llegada de alguno de sus cónyuges.
Cuándo de repente se oye ¡PALOMAS POR LA CATEDRAL! Era la voz de Alexis, que tiene una vista de LINCE, efectivamente a los pocos segundos llegaban. El 60, El Cardiólogo, Mi padre, El Ginecólogo y el Rayo, los cinco magníficos.
Como he podido notar, mi madre se ha tranquilizado al ver a mi padre. Ahora los dos están arrullando sin parar, contentos de haber vuelto a casa y yo, por saber las nuevas aventuras que querrá, contarme mi padre. Mientras tanto y entre silbidos colombófilo, arrullos y demás sonidos, tengo la necesidad de echarme un ratito.

Pasan los días, ya tengo definido mi color, es Azul, me acicalo mis delicadas plumas y jugueteo con el plumón de mi padre. Que raro, lo veo mas tiempo dentro del nido con migo y eso me extraña, le pregunto; y me dice que mi madre; ha ido a una suelta de concurso, el se quedara tres días con migo, pero dudo que tenga practica, en esto de cuidarme, pero bueno ya no necesito que me calienten por el dia, ya que hace una temperatura agradable.
En este transcurso de tiempo mi dueño, me ha dado unas cosas duras, abriéndome el pico, le llaman CALCIO, es amargo como el Rayo, se me pega en la garganta y no, baja, pero el muy listo, me vira al revés, y con el liquido de mi papilla, se separa de mi garganta y baja.

Ya tengo dieciocho días de nacido y me acompaña un huevo, deforme y otro de plástico, mi padre me recuerda constante mente que tenga cuidado con ellos que son delicados y que mamá viene hoy, eso me alegra porque ¡MADRE NO HAY MAS QUE UNA!.
Me extraña que mis padres sean rodados y yo azul, pero no me preocupa pues sé que soy hijo de ellos.

Llega mi madre y salto de alegría dentro del canico, pero cual es mi sorpresa; que me grita, ¡CALATRAVA TEN CUIDADO CON LOS HUEVOS! Me dejo helado y de un empujón me saco del nido, para meterse ella. A un rincón me desplazaron, entendiendo que mi gran tamaño molestaba a mis padres, en aquel magnifico y acogedor casillero, pero entre sollozos y angustia palomína, mi padre la disculpo, diciendo que viene estresada de las penurias que ha pasado, es que el sentir de una madre es mas que el de un padre, eso me dice mientras acariciándole en el cogote, con dulces y acaramelados picoteos, se va durmiendo.
Mi padre me guiña un ojo y me dice al oído, ven salgamos fuera mientras tu madre descansa, no hagas ruido, o la despertaras. ¡De acuerdo Papíto!
Fuera me dice. CALATRAVA vamos hablar de Padre a Hijo, yo le digo bien papá, lo que tu quieras, mientras se va ocultando el sol, él me va contando algo sobre la familia, sus conceptos, la juventud, la madurez etc. ESTO ES UN ROLLO, pero nada mas lejos de la realidad.
Me preparaba para abandonar el nido, inculcándome las reglas a seguir, en un lugar llamado PALOMAR DE DESTETE o GUARDERIA. Hablamos y hablamos largo y tendido comprendiendo que aquella dulce y sosegada vida en el canico, llegaba a su fin. Él me dijo que el dueño pronto me sacaría de allí, para darme una pastilla y ponerme en dicho palomar.

Tras unos instantes fuera del nidal y mirando como unas Gaviotas, surcaban el cielo cubierto, por la PANZA DE BURRO, a través de las rejillas del frontis del palomar, me decía si algún día podría hacer, lo que aquellas gaviotas hacían, bueno imaginación tengo, ahora me falta completar mis minutos de aprendizaje en el casillero, aquí todos los días entreno mis alas, con movimientos de vaivén intentando ejercitar mis músculos finos y alargados.

Pasan los días y al despertarme, mis padres discuten, por mí. Creo que hoy es el momento de abandonar aquel magnifico casillero, esperando que mis padres me den de comer y con el ruido ensordecedor de mis tripítas, les pido de comer insistentemente, pero ellos se niegan diciéndome que empiece a comer del pequeño comedero que mi dueño ha colocado días atrás en el casillero.
Yo me niego; pues solo intento engañarlos picoteando los granos mas chicos, haciendo ver que como, pero mi padre es más listo que yo y me amenaza, con echarme del nido si no como, cuando veo de frente y apoyado en el frontis del palomar a mi dueño, mirando fijamente y sin perder detalle de lo que en mi casa pasaba. ¡SERA CURIOSO EL TIO! Tras comer al final y llenar mi buche, veo como se acerca y cogiéndome, con cuidado, me saca del casillero y me lleva a otro palomar muy grande, con palitos y con dos palomas viejas que en una esquina crían a un pichoncíto.
No me ha dado tiempo de despedirme de mis padres y solo deseo que quieran como yo les quiero a ellos, ahora recuerdo la conversación que mi padre y yo tuvimos, dándome cuenta de la realidad de mi existencia.
¡Ya estoy en la Guardería!

Seguirá…….


*****Capitulo Tercero. Soy un Adolescente.*****

Estoy muy triste pues de mis padres me han separado, en un rincón de la guardería me echo, sobre el irregular suelo de rejillas de plástico; intentando coger una posición cómoda, pero mi quilla y mi cuerpo en forma de barco me lo impiden. Lloro sin cesar pues es una experiencia nueva y temo esta nueva etapa en mi vida, ya me comento mi Padre; Que tenia que ser fuerte y defender con ahínco mi sitio, en esta ridícula guardería.

¡Sí, Ridícula! No me adapto a este grandisimo palomar, soy él mas chico de todos y todos se ríen de mí, dicen que llevo una corbata y que vengo de una familia de la Jet-Set, no sé lo que es eso; pero si sé que luzco una incomoda corbata, que trato diariamente de colocarla, pero que es inútil.
Algunos se acercan y me picotean, son los mas adultos, entre ellos uno llamado copito, un hijo de Hercules, es como su padre, enorme y bruto. Con paso firme y decidido llega hasta donde estoy y con risa contagiosa, me va explicando que en ese palomar manda él.

No quiero seguir mas allí y con rápidas carreras, intento salir del palomar, algunos me persiguen picoteándome, es un incordio; hasta que una voz femenina me llama desde un rincón, le llaman la Consanguínea y a su lado esta la Derby, con un canico y dentro un pichón.
Al ver esta escena, corro rápidamente hacia ellas, metiéndome dentro del canico, pero la derby, con voz muy fina, me dice. ¡Oye! Sal inmediatamente de mi nido, te hemos llamado para ayudarte, pero no para criarte, quédate a mi lado y te ayudaremos.

Esas palabras fueron un alivio; pues de tanto correr me, he cansado y la lengua se me reseca, miro para todos los lados buscando a mis padres, para que me den de comer, pero entre sollozos me consuelo, en pensar que por lo menos, estas dos palomas me cuidaran.
Veo como uno de los pichones más veteranos, junta sus patas, en forma de almohadilla para su quilla y reposando su cuerpo sobre estas, me dice, ¡Eh, tú! ¡Capullo! Haz lo mismo que yo y veras como consigues descansar. Así lo hice y efectivamente tenia razón, pero me iba para un lado, bueno eso era mejor que nada, descanse mucho mejor.

Durante todo este tiempo las dos señoritas, me acariciaban la cabeza, se decían una a la otra que me parecía al Calatrava, eso ya lo sabia, pues mi linaje quedaba demostrado, pero lo que más me ponía nervioso era el afán, de aquellas dos Señoritas por quitarme de mi frágil cabeza mis plumitas amarillas, tan bonitas y finas, como los pelos de los Humanos.
Yo les decía que por que, ese insistente afán de quitármelas, la consanguínea me decía; que de esa forma los demás pichones verían que era mas mayor y que los engañaría, que de lo contrario, jugarían con ellas y me harían daño intentándomelas arrancar.

No entendía muy bien por que aquellas dos palomas estaban tan juntas y se querían tanto, eran como mis padres pero yo las veía diferentes, le pregunte al pichón y él me dijo que eran sus MADRES, Que raro, pense, yo tengo un padre y una madre y ¿por que el tiene dos madres? ¡Que Chollo!
Una de ellas, me dijo, cuando seas grande lo entenderás.
¡Qué rabia me da eso ya, pues ya grande soy y algunas cosas no me han de explicar! No entiendo esa forma de censurar o impedir, aprender más cada dia, no es justo. Ya veremos entonces que respuesta me darán cuando sea mayor.

Después del ajetreo y una agradable siesta, observo como se comportan, los demás pichones, son raros, juegan al vuelo loco, haciendo filigranas dentro del palomar, algunos se tropiezan entre ellos y se dan unos golpetazos de risa, ellos le llaman ¡VUELO EXTREMO! Y la verdad lo es, pues hay que estar al extremo de la locura, para hacer lo que ellos hacen, pero bueno mi propósito es hacerle caso a mi padre y seguir sus consejos. (NO SIEMPRE HACEMOS CASO A NUESTROS PADRES CLARO)
Veo como algunos de ellos, introducen su cabeza dentro de un chisme, de color blanco y gris, con ranuras, por donde meten la cabeza y después lo sacan, viendo como algo en él cuello, les baja hasta el buche, la verdad es que solo de verlos se me secan mas la garganta. Algunos de ellos estornudan y se ríen por el cosquilleo, pero no sé que hay dentro de aquel gran recipiente.



Otros se dedican a jugar con la comida que hay en el largo comedero, pero son unos mal educados, mi madre siempre me decía que con la comida no hay que jugar. Algunos están continuamente peleándose por los posaderos, mas altos y esquinados, no lo entiendo, aquí hay sitio para todos.

Pasan las horas y me voy debilitando mucho, mis tripas, pelean entre sí buscando algo de comida, pero no como, las fuerzas me abandonan y si no me muevo mucho, no oiré a las molestas tripas. A los pocos minutos escucho las alegrías y gritos de jubilo, de mis compañeros de Guardería, se acerca el dueño.

No lo entiendo; cuando estaba en el casillero, mis padres se molestaban por su presencia, ahora todos lo aclaman como un salvador. Chico sí, pero no tonto. Estos están todos locos.
Veo que se abre el gran ventanal del palomar, mi dueño lo sujeta y silbando un silbido repetitivo, todos aquellos locos salen en desbandada por aquel ventanal, salen a revolotear por el palomar.
Yo me quedo donde mismo estoy; ya que las dos Señoritas así me lo han pedido, yo les pido por favor que me den de comer, pero ellas me dicen que lo tienen prohibido. El amo se acerca y se agacha, yo trato de huir, pero rápidamente me coge, con delicadeza. Exclama, ¡Calatrava te va a dar sequera pischa!

Y con ímpetu me acercó aquel ovalado (ÉL BEBEDERO) chisme, con huecos en la zona gris. Metiéndome la cabeza con cuidado, veo un liquido que le llaman agua, tocando con la punta del pico noto el frío de dicho elemento, yo me niego a probar aquel agua, pero mi dueño que es muy tozudo; insiste y es cuando noto que bebiendo esa agua, se me mejora la sequedad de mi garganta, que las tripas ya las oigo menos y que es una sensación nueva pero agradable, ya se beber de aquel chisme.

Cogiéndome; me saca del palomar y me deposita en una tabla enorme, que mis compañeros le llaman (Tabla de Aterrizaje) Ja,ja,ja,ja, ni que fuera esos chismes gigantescos metálicos que hacen ruido y surcan el cielo. Pero bueno si ellos lo dicen así, será.
En aquella tablilla empiezo a tomar el sol, solo me faltan las gafas, una hamaca, una sombrilla y una buena bebida a base de electrolitos, refrescante. Bueno por imaginar no vamos a perder nada ¿Verdad?.
Pasado unas dos horas, me mete de nuevo en el palomar, junto con las dos señoritas nos dirigimos hacia el bebedero, ellas meten la cabeza por los huecos pero yo no atino, me desespero. Pero consigo meterla junto con una de ellas y empiezo a beber, ¡Madre Mía! No paro, como siga así me la bebo toda.

Luego nos dirigimos al comedero y a trancas y barrancas empiezo a comer, al principio no cojo el gusto, pero cuanto más como, más me gusta y empiezo a degustar las pequeñas semillas y granos que hay.

Pasan los días y después de mi ejercicio diario con mis profesoras de vuelo, empiezo a elevarme del suelo, cogiendo confianza, pero con mas hambre cada dia y es normal; no paro de hacer ejercicio. Cuando el dueño abre el ventanal, entiendo que tengo que salir, pues ya no entra a buscarme y me encanta tomar el sol con mis colegas el Josua, la Otys, La Clara, el Oropesa, luego os los presentare son mis amigos y familiares.
Pasan los días y siempre estamos juntos los cinco, nos reímos y nos lo pasamos bien, contando nuestros avatares y experiencias en el Cánico, Ahhh, que buenos tiempos aquellos. Cuando la ignorancia y la inocencia, alimentaban nuestras vidas, soñando con aquellas hazañas que nos narraban con dulzura nuestros padres. Ahhh que momentos.

Es la hora de comer y nos ponen dos veces al dia la comida; una vez por la mañana y otra por la tarde.
Todos asistimos al evento con gran ilusión y determinación, pues si coges un buen sitio, puedes comer mas y mejor, pero en uno de esos momentos, siento un empujón muy fuerte, que me desplaza hacia delante dándome con el pico en el suelo, me duele y empiezo a sentir una sensación rara, nerviosismo, agresividad, tensión y odio; una mezcla de sentimientos que nunca había experimentado y que en ese instante, despertó en mi; al GEMELO que llevaba dentro.

Dándome la vuelta; vi como el Copito, se reía de mí, a carcajadas, todos se retiraron, dejándole un espacio muy grande, todos con temor y respeto. En ese mismo instante y sin pensármelo dos veces, me abalance sobre él y con un picotazo lo agarre, por el cogote y con fuerza apreté. Al ser mas fuerte que yo me arrastraba por todo el suelo del palomar, pero no lo soltaba, pues sabia que si lo soltaba, luego el me daría con el ala y la verdad es que parece un Culturista, con toda esa mole de musculatura que tiene, en sus pectorales y antebrazo, pero no me importaba; pues con aquel tremendo cabezón y su corpulencia lo pude fatigar, ya que al ser más liviano y ligero que él, le esquivaba todos los golpes, fue entonces cuando mi dueño, con una exclamación bastante desafortunada, me comparo con un Perro de Presa Canario.

Este dueño, creo que no sabe que Son muy diferentes estas dos especies; pero bueno, tal vez delire en algún momento que otro.
Terminada la pelea nos retiramos los dos, a sendos rincones del palomar, él ya se había dado cuenta que podía vencerle y que era peligroso volverse a enfrentar con migo, con lo que decidió, insultarme, pero de lejos.

Había vencido al más fuerte y todos ya me respetaban, pero al ver dicha humillación; quiso abalanzarse sobre La Otys y picarla, ella llevaba varios días con fiebres altas, pues se le estaban cayendo las remeras, iba por la segunda y se encontraba, malíta. Con lo que el Josua y El Oropesa, se enfrentaron a aquel descomunal Toro y venciendo, le hicieron retroceder hacia su rincón, donde le esperaba el Pato, un pichón feo y deforme que al caminar, metía sus patas hacia adentro.

Era raro como él solo, pero sin mediar palabra el Copito le picoteo, lo extraño es que este, se dejara picotear y se dejara avasallar por tal Ignorante y descerebrado palomo, pero todos decían que era un desafortunado, sin carácter.

Después de varias semanas en aquel palomar, y en cada salida a la tablilla del palomar, observaba, como desde lejos; se divisaba la Imponente Catedral de Las Palmas de Gran Canaria, me decían las dos señoritas; que allí, vivían unos Ocupas Plumíferos, que algunos de ellos, al no poder regresar a su palomar, se quedaban en tales magnificas instalaciones, de color gris piedra y de grandes campañas.
Ellas decían que no les hiciera caso, y que no fuera por allí, que nos lo estaba prohibido. Que Alberto, estaba vigilante y que si alguno iba, se las iba a ver con él.

Alberto es un palomo de muchísimo carácter, le llaman el Policía, pues es él el responsable de velar por los pichones, en sus primeros vuelos alrededor del palomar.
Al fondo de esta inconmensurable estampa visual, se expandía en su grandiosidad el Mar Atlántico.
Con ganas de saber que había mas allá, de aquella linea horizontal que delimitaba el cielo y el mar.
En mi afán de ver más; me empece a elevar junto con los demás y dábamos vueltas alrededor del palomar, en círculos monótonos, hasta que las dos señoritas empezaron a decirnos, que las siguiéramos,

Ya empezamos a ir cada vez mas lejos, llegando hasta las inmediaciones de dicha Catedral y volvíamos hacia la casa.
Después de veinte minutos de vuelo, empece a sentir un cosquilleo, cada vez más intenso dentro de mí, empece a separarme del bando y a volar muy rápido en direccion al Hospital Militar, pasando por encima del hospital observe; como el Cardiólogo y el Ginecólogo salían detrás de mí, intentando alcanzarme, pero apareció Alberto y de un grito, me despertó de aquella sensación tan agradable, de sentir cada vez mas velocidad y el roce del viento en mi pico y ojos.

Llegados al palomar, el Alberto me abrió un expediente y me pico dos veces, diciéndome que no lo hiciera mas, estaba penado.
Al lado mío encima del palomar, estaban mis dos seguidores al cual le preguntaba, por que tenéis esos nombres.
Ellos me contestaron, por lo listos que somos, siempre que nos suelta el dueño, volamos media hora con el bando y luego nos posamos en el Hospital, a ligar con las Palomitas Bastas que hay allí, nos encanta verlas vestidas con esas batas blancas, él piensa que estamos volando y a la hora aparecemos, abrimos el pico como que estamos muy cansados y entramos con los demás, a comer. JAJAJAJA, que te parece, a que es genial. (ESTOS NO SABIAN QUE YA LO HABIAMOS CATADO Y POR ESO, LES PUSIMOS ESOS NOMBRES) sigue…

Al entrar, vimos como el pichón de las Señoritas desapareció del nido; entre sollozos y lamentos las dos señoritas se consolaban, el dueño entró y las cogió, se las llevo al palomar de las Hembras reproductoras. Uno que estaba tres por allá del mío.
Hacia ya varios días oía un martilleo incesante, mi dueño estaba haciendo un palomar nuevo, con casilleros y burras, decían las adultas que eran para los Pichones, Osea, Nosotros.
La idea me gustaba y ya empezaba a pensar cual me quedaría, el último de arriba a la izquierda, él más oscuro y alejado de la puerta.

Ya tenia tres meses y empece a sentir una sensación extraña, empezaba a mirar a la Otys con otros ojos, aveces me hacia lucir por el palomar, arrullando y desafiando a los pocos que éramos, pues el dueño ya había hecho la selección, y se había vaciado el palomar.

No me preguntéis como lo hizo, solo sé que dicen tener las muñecas de las manos muy ligeras. ¡NO LO ENTIENDO!
Cada vez que la veía me daba un vuelco el corazón, se me hacia un nudo en la garganta y no podía tragar, cuando pasaba cerca de ella le arrullaba y ella me respondía caminando con el cuello estirado, los hombro muy abiertos y casi arrastrando la cola, fue cuando después de varios minutos insistiendo, ella se agacha y se echo en el suelo. ¡Ignorante de mí! Le pregunte si se encontraba bien, pues cría que se había tropezado, ella se levanta y mirándome a la cara me dijo ¡ERES UN TOLETE! Adiós.

Eso me desencajo, pues esa contesta no me la esperaba de mi mejor amiga, cuando desde fuera me llamo el Cardiólogo. PSSSS oye Calatrava, ven, ven aquí.
Yo con rapidez me dirigí al frontis del palomar y desde dentro le dije ¿Qué deseas?
Él me dijo, jolin chico, ¿has tenido un bomboncito delante y no le has hecho caso?

Arrugando mis plumas, le dije ¿Qué té pasa estas con acertijos? Riéndose me dijo ahí MUYAYO que poco te enteras de que ya eres Adolescente y que empiezas a sentir ……. Y lo raro es que me describió, lo que sentía. No lo podía creer.

Él me explica con mucha delicadeza los procesos de la vida y cuando llego a ESE PUNTO, ¡Ejem! Me comparo con una Abeja y la Reina. ÑOSSSSS que profundo…. Le dije si había pasado por la cantina, él me dijo que no y que el Amor era lo que experimentaba y que el pisar a una paloma, era la culminación a dicho Amor.
¡Hombre! Así, Sí, caray, es que tanta abeja me ha confundido y ya no sé que soy; sí un Palomo o un Abejorro.

Al contarme todo esto me decidí a pedirle disculpas a la pobre Otys, bajamos al suelo, le explique todo lo que me habían contado mi profesor de Relaciones Amorosas. Cuando termine de contárselo, ella sé rió mucho y después de varios instantes al agacharse, me iba a subir en cima cuando. ¡Entro el Dueño y la cogió! Jolin que mala suerte. Él exclamó, ¡Ahhh eres hembra bandida! Pues, con las hembras.
Allí me quede mirando como se llevaba a mi primer amor, como un PELELE me quede.

Pasaron varias semanas y después de mi hora de entrenamiento, el dueño nos llamaba con un silbido, nos tirábamos en picado, como piedras sobre las tablillas, arrullando sin parar, buscando a las hembras, pero él las tapaba para que no las viéramos, eso se llama Celibato Integral. ¡Que cosa mas Rara! Y que desperdicio.
Al entrar y después de comer, nos cogió y nos fue sacando uno a uno, a una cesta de mimbre, grande, allí estabamos veinte palomas todas juntas, todos machos, arrullando, desafiándonos y eligiendo el mejor sitio de dicha cesta.

Allí pasamos tres días bebiendo y comiendo en aquella incomoda cesta y al tercer dia, nos fue cogiendo uno a uno y nos fue tocando el buche y mirándonos.
Ami, no me habían picado pues era el líder, pero a alguno salieron con los ojos hinchados, estos se quedaron en la cesta y a nosotros nos llevaron al nuevo y lujoso palomar. Chapa marina, rejillas de plastico, bebederos y comederos nuevos, Bueno, todo un lujazo para el cuerpo.

Olíamos a madera cortada, pintura, plástico, pero nos acostumbramos a los olores que desprendían aquel palomar de pichones machos.
Rápidamente subí al casillero que decía, pero ya estaba ocupado con el Josua, tuvimos unas palabras y unos forcejeo, pero él entendió que ese era el mío. Él se conforma con el que estaba al lado y nos hicimos muy buenos vecinos, la verdad.

Pasamos el periodo de la muda, entre fiebres, desajustes Hormonales y Psicológicos, pero el ritual del baño nos encantaba, lo pasábamos muy bien después del baño, tirados al sol cuidando nuestro plumaje.



Aveces venia mi padre y se ponía al lado mío, tratando de aconsejarme sobre gran cantidad de cosas que me podía suceder. Yo siempre le decía ¡Papá ya esta bien caray! Siempre el mismo rollo.
Con gran sentimiento, cabizbajo y meditabundo; se retiro hacia un lugar más tranquilo, donde tomar el Sol.
Es cierto que le conteste mal, pero es que siempre lo mismo, dia tras dia, es un rollo, me deja en evidencia de lante de mis amigos ¿No os parece?

Después de la muda a base de cebada y comida normal de reposo, algunas vitaminas de vez en cuando y con muchos baños de agua y sol, nos llega el turno del otoño, cada dia el dueño nos exigía mas y más, llegando a la hora de vuelo diaria, nos hicieron sueltas desde los campos para conocer mejor la Isla, y desde luego que la conocimos.

La primera suelta fue desde la playa de la Laja, un lugar precioso, de arena oscura, que a sus espaldas se eleva una montaña o fortaleza impresionante, con grandes y verticales grietas donde anidan las palomas perdidas en las travesías. Mi dueño dice que es una muy buena prueba para nosotras, ya que es ahí donde se evalúa la paloma, que quiere a su palomar evitando la tentación de quedarse a engendrar hijos con aquellas que nunca llegaron.

La segunda suelta nos la dio desde una Playa llamada Arinaga, una playa preciosa con una larga avenida y con callados en la playa, a su vera encontramos un gran parque Eólico, por donde sobrevuelan los Aviones, esos chismes que dije con anterioridad. Jajajaja, me hace gracia, vuelan y no tienen plumas, es la monda….

Luego llego, el Faro de Maspalomas y sus onduladas dunas, de donde también nos soltaron, en esta me retrase, pues era tan bella la estampa que me quede revoloteando por los alrededores, embobado era hermoso ver toda aquella arena rubia y dorada.

Después le toco el turno a la Playa de Mogán, pueblo costero, muy parecido a Venecia, con sus canales de agua salada y su pequeño faro, donde a su espalda se elevan grandes riscos o acantilados, donde anidan y viven las Pardelas unas incansables aves marinas.

Luego nos dieron un cambio de dirección vertiginoso y nos llevaron a Bañaderos, desde la cima de aquellos cortantes acantilados, se apreciaba el olor a marisco, el sonido de la fuerza del mar, golpeando en aquellas rocas, observamos atónitos, los planeos constantes de las gaviotas con sus crías de color grisáceo, tal vez le enseñaban a pescar, no lo sé.
A mis espaldas y entre las rejas de las cestas, veía las inmensas plantaciones de ricas plataneras, con racimos verdes y frondosos.

A los pocos días nos dirigíamos a la suelta del llamado Puente de Silba, donde paseaban los antiguos moradores de aquellas montañas de origen volcánico, a mi izquierda pude comprobar como los antepasados de mi dueño, vivían en aquellas cuevas, que acondicionaban para así, crear una de los pueblos Güanches que habitaron esta tierra, formando una sociedad, libre, culta y religiosa, donde formaron una cultura Aborigen en este continente en miniatura. Hoy en dia se puede visitar aunque yo no tenga tiempo, pues mi afán de regreso y mi orientación me lo impiden, ahí lo dejo ya que en mis regresos desde las futuras sueltas, veré este Magnifico enclave llamado CENOBIO DE VALERÓN.

Se acercaba la última suelta y como pichón tardío, tire la octava pluma, mi dueño confiado en que hubiera parado la muda me mando, pero no se fijó al Faro de Sardina del Norte, enclave marinero y de bella estampa, donde el viento es traicionero y nos empuja hacia el mar, es la suelta más difícil de todas, pues hay que luchar continuamente contra el viento y hacer un desgaste físico tremendo, yo lo pude conseguir, pero me tuve que parar por las montañas de Fatága y Artenára, donde sobre aquellas rocas, veía en el fondo de aquellos barrancos un Edén precioso de Palmeras Canarias, que se abastecían del agua que pasaban por las galerías subterráneas.

A los tres días llegue, agotado, mi dueño se cabreo consigo mismo, pues no se fijo en tan importante detalle y me dejo reposar, de los entrenamientos.



Todos mis amigos viajaron en Otoño, donde quedaron entre los tres mejores lotes, dándoles un dinerillo, para sufragar los gastos de la comida y poco más.
Viajaron en Otoño, Norte y decía el dueño que los cambiaría de dirección para el Sur, en la Campaña general.

En Febrero empezaron las sueltas desde el mar, esta fue una experiencia única, nos llevaron en cestas hasta un sitio; donde habían, unos barcos que se meneaban de arriba hacia abajo, entre el ajetreo del camión del club, los gritos de pánico de algunas palomas y el posterior desembarco, casi echo las tripas por la boca, pero me contuve.

Con migo; iban los Cuatro Jinetes Alados, El Josua, El Oropesa, El Feo y El Rojo Loco. Estos ya habían estado en similares circunstancias y me aconsejaban que mirase atentamente donde estaban los cables de aquella barcaza, que tuviera cuidado con su rampa y que no me chocara con nadie.
Así, lo hice y al dia siguiente desde Alta Mar, nos fueron soltando, vi como muchas de otras palomas caían al mar golpeándose unas con otras, habían, unas que no podían ascender y se daban un golpe fuertísimo, en la rampa de dicha barcaza, y algunas de ellas cuando se elevaban caían en picado hacia el mar, decían los compañeros que podía ser debido a un paro cardiaco y yo lo creo; pues la sensación es terrorífica.
En pocos minutos se lleno el cielo con miles de palomas, que volaban en circulo, elevándose para podernos orientar, yo seguía de cerca a mis amigos y nos separamos del bando, yendo en dirección Gran Canaria, por el camino, nos encontramos con algún Verdugo (HALCÓN), pero este solo atacaba a las que mas se separaban del bando, nosotros pudimos escapar haciendo una piña y volando en formación cerrada.
Cuando de lejos divisamos aquel magnifico y grandioso Hospital Militar, donde ya en la Azotea de la casa esperaba el Dueño, silbando sin parar.
Así seguimos tres sueltas mas, hasta llegar a Fuerteventura, donde estuvimos preparados para salir de aquella cesta con dirección Gran Canaria.
Los soltadores, nos bajaron de aquel camión y nos colocaron las cestas en filas y en pequeñas torres, la nuestra; estaba en el suelo, era la primera de abajo hacia arriba. Nos dieron Agua y comida, pero al ver la comida y querer comer, Josua me dijo ¡no comas, Calatrava! Es peor, bebe agua y manténte tranquilo.
Yo le respondí, ¿Por qué el Rojo Loco Come?

Ellos me decían, ¿por qué crees que le llaman loco? Se va a empachar y veras las Diarreas que le va a dar, ¿no ves que el dueño nos ha dado mucha comida de combate y electrolitos, para tener muchas reservas? Yo les dije:
¡Sí! Pero es que esos Millos que hay en el suelo de la Cesta me están diciendo. Cómeme, Cómeme y es una desesperante tentación para mí.
Olvídate y después de una pelea con el Feo, les di la razón.

El Rojo Loco no paraba, parecía que tenia una solitaria, comía por cinco, es un Rojo Saeta, de los Viejos Sion de la descendencia del 72, Grandes, Cabezudos, Pezcuezudos y con Grandes Narices, manchones negros en su rojo achocolatado color de plumaje y de carácter bonachón, pero muy Tragón.

Yo me situé en uno de los extremos de la jaula, junto al bebedero y dando la cara en dirección la puerta de salida, siempre hacia lo mismo y quince minutos antes de la apertura de dicha cesta, me colocaba en posición de despegue. Era emocionante sentir la subida de Adrenalina Palomína, recorriendo mi cuerpo, sintiendo el nerviosismo latente dentro de aquella cesta, estaban los mejores velocistas y fondistas del palomar. Todos empujándonos y preparándonos para salir, como lo hacen los galgos en las carreras en el Canódromo.
Haciendo un inciso en esto, he de decir que estos pobres galgos, no se dan cuenta que corren detrás de un chisme, que siempre va por un raíl, que no tiene patas y que es duro como el hierro.
Ellos corren, corren y siempre gana el conejo.
Me hace recordar cuando estaba en el palomar, que por una caja que se veían imagines (TELEVISIÓN) el dueño se reía viendo las aventuras de un coyote y un corre camino, esto es lo mismo, ¿no creéis?

Bueno sigo, al día siguiente, vi como una mano con garrafas de agua rellenaba los bebederos, eran los soltadores que miraban los niveles de agua de las cestas.
Estos soltadores son gente que nos acompañan semana tras semana incansablemente, haga frío, calor, ellos están ahí, son grandes personas con mucha responsabilidad y que merecen todos nuestros respetos palominos, pues gracias a ellos y una llamada, a un teléfono sin cables, nos sueltan silbando. De esa manera nos recuerdan que nuestros dueños, nos esperan cruzando el charco.

Se acerca el momento y en la cesta huele muy mal, el Rojo Loco se ha ido por las patas para abajo, dejando un desagradable olor a caca de paloma.
No para y es tanta, que pensamos se va a deshidratar, es un Burro, pero sin orejas y con plumas, ¡Ahí que ver, lo bruto que es!


Todos gritamos y nos ponemos nerviosos intentando llamar la atención del soltador, ¡Ehhhh, oiga, soltador! ¡Éste no para de hacer caca y va a inundar la cesta! ¡Socorro!.
En esto que uno de ellos, se acerca y se asoma a una de las rejas, ve como todos estamos en una esquina y el Rojo Loco, en su rincón, solo y entre la diarrea y los vómitos, se nos van a salir las entrañas.

Entre ellos se avisan y uno le dice al otro, Chacho, ¿has visto a este palomo?. Esta fastidiado,
¿Que hacemos? Déjalo; que quedan 10 minutos para la suelta, después ya veremos si no sale de la cesta, lo llevamos de vuelta.
¡Ok!

Llego el esperado y ansioso momento, nos abrieron las cestas y salimos a toda velocidad, no por querer regresar, pues eso, claro que sí; lo queríamos era, el poder salir de ese insistente y repugnante olor que nos había impregnado las narices, gracias a nuestro amigo el Rojo Loco, salimos como pudimos pues queriendo ascender para tomar altura, tenía que ver si por encima de nosotros habían palomas, por que de lo contrario, ellas nos empujaban hacia abajo y nosotros hacia arriba.
Pero después de una dura lucha; pudimos ascender.

Seguimos volando hacia la costa, pero en ese momento sentí un calambre en el ala derecha y me tuve que retrasar, quise seguir pero no pude y antes de que se me descolgara el ala, aterrice, en un descampado, y me refugié en una Tabaiba, muy grande que había a pocos kilómetros de la costa.

Vi como todas las palomas se iban alejando hacia el mar, unas iban cayendo, otras se orientaban en la direccion equivocada, direccion Cabo Verde, algunas eran presa de los Verdugos y desde la Tabaiba, observaba el ataque certero de los Halcones, que no sé de donde salieron varios, cazando en grupos de tres y cuatro a los mas rezagados o tocados.
Gracias que me escondí, pero cual fue mi sorpresa, cuando sobre mí y con vuelo casi en picado, vi al Púa y al Rojo Loco, cinco Tabaibas mas debajo de mí.

Intente salir, primero observando a mí alrededor, por si hubiera algún peligro oculto.
Al ver que no había problemas; me acerque a ellos, alegrándonos de vernos de nuevo.
Ellos me preguntaban que me había pasado y les enseñe mis alas, había votado la novena pluma de un ala y la novena y décima de la otra y en pleno esfuerzo sentí, un calambre en el brazo y tuve que caer aquí.
Y ¿Vosotros que os paso?. Bueno; mejor dicho ¿Qué te paso a ti, púa? Porque lo que le pasa al Rojo Loco ya lo sé y tanto que lo sé.

Él me comentó lo mismo, así que nos decidimos a quedarnos allí, hasta que se nos pasaran los calambres.
El Rojo Loco, se dedico a picotear las plantas que había, por los alrededores, él decía que era bueno para pulgarse, pero yo creo; Que lo que necesitaba era Agua Carbonatada, para poder hacer la digestión.

En esas largas horas nos quedamos allí todos juntos, protegidos por la Tabaiba.
Ya de noche oscura, veíamos la luminosidad y la grandeza del cielo estrellado, las estrellas fugaces hacían un espectáculo único, los sonidos de ratones de campo y el vuelo silencioso de las lechuzas, nos indicaban que el peligro estaba al acecho. Ibamos haciendo guardias fraccionadas, pero era imposible dormir por la tensión que se vivía en aquellos instantes.


De fondo oíamos el susurro de las olas del mar, golpeado la playa y a las Pardelas; gritar de contentas, revoloteando a muy baja altitud, rozando la punta de sus alas, en el tranquilo, plateado y amansado mar.
Me puse a contar el sonido de las olas en la playa y de esta manera, me pude quedar dormido.

Al Alba, el púa me despertó y apreciando la bella estampa del sol saliendo del mar, nos dispusimos a acicalarnos, pues el rocío de toda la noche, se había impregnado en nuestras plumas y alas.
Sacudiéndonos y bebiendo algunos sorbitos de agua que había quedado en las hondonadas bases de aquella planta, pudimos reanimarnos y dándonos ánimos, intentamos salir de aquel refugio natural.
Estuvimos mirando todo el cielo, buscando algún peligro con alas y decidimos partir, cuando el Rojo Loco me dijo, ¡Calatrava, es muy temprano para salir! Mis plumas se me están erizando y presiento el peligro.

El Púa y yo nos miramos y decidimos darle la razón, a escasos doscientos metros, sobre la vertical observamos algo en el cielo despejado, era un VERDUGO que estaba al acecho, retrocedimos y nos volvimos a ocultar.


De repente vimos como unas treinta palomas se dirigían hacia Gran Canaria y vimos como no sé de donde, aparecieron tres Halcones mas, uno de ellos hizo un amago de atacar, y nuestras compañeras de viaje, se dispersaron. Unas cayeron a tierra, otras intentaron esquivar el ataque ascendiendo por separado.
¡Ese fue su gran error!
Por ambos Flancos aparecieron aquellos Reactores con Plumas, con mirada fría, sanginaria y despiadada. Con Garras afilada como espadas alzadas, preparadas para degollar a sus presas, presas que empleando su veteranía, experiencia y estado de salud, pueden evitar el Feroz ataque de dicha rapaz.

Después del Ataque de estos dos Verdugos con rotundo éxito y con el sol de espalda, se quedaron inmóviles agarrando sus presas en el suelo, mientras observaban al tercero de ellos, el que más alto estaba, mientras el cuarto iba retomando altura, imprimiendo con sus poderosas alas una velocidad de ascenso algo increíble.
Desde todas las Tuneras, Tabaibas y demás arbustos de por la zona empezaron a salir palomas, incomprensiblemente, ya que el peligro no había pasado, pero creo entenderlas pues yo sentía lo mismo, el afán incontrolado de volver a casa, pero es en esos momentos cuando hemos de tener la sangre fría como me decía el 60.
Sobre ellas cayeron los otros dos verdugos, haciendo impacto con sus garras, cayendo a la planicie donde iban descuartizando a nuestras pobres y difuntas compañeras.

En ese momento salimos y retomamos el vuelo hacia casa, cuando ya por las inmediaciones del Espigón del Puerto de la Luz y de Las Palmas, divisábamos sobre la montaña nuestro querido Hospital Militar.
Empezamos a imprimir un exprint, eludiendo los grandisimos Bandos que surcaban los cielos de la Capital Gran Canaria. Iba mas rezagado que los otros dos, pues con 9 y 8 remeras iba volando y con gran sacrificio llegamos sobre la vertical del palomar, descendiendo apresuradamente.

Al aterrizar sobre la Tablilla, descansamos y todos los componentes de la colonia nos dieron la Bienvenida, fue Clamorosa y emociónate, ya que después de dichas vicisitudes pudimos llegar a nuestro hogar.
Allí, estaba con sus gafas y su bigote, el Amigo Sanabria, saltando de alegría al vernos a los dos y decir que habían llegado todas, con fuertes gritos llama a su hijo Alexis, que subió rápidamente a vernos.
Cuando entramos, rápidamente se precipito sobre nosotros y lo primero que hizo, fue ponernos en la Enfermería, allí nos esperaba comida Depurativo y Agua con Glucosa.
El Rojo loco, no quiso comer y empezó a Vomitar todo lo que tenia en el buche, Alexis le retiro la comida y le dio con una jeringuilla una liquido amarillo. Después de tomarlo, el Rojo loco, exclamo ¡Chico que amargo y fuerte sabor!
El no sabia que le estaban dando un medicamento para erradicar el mal que tenia.

A mí me cogió y después de abrirme el ala exclamo, ¡Córcholis! Este voto tres remeras, habrá que pararlo hasta el año que viene, ya tiene Fuerteventura.
Al púa le hizo lo mismo y lo volvió al palomar después de varias horas en aquellos casilleros especiales, donde en uno de ellos; estaba la Comisaria de Policía Palomita, con Alberto dentro.

Seguidamente, me volvió a coger y me quito una anilla de goma que tenia en una de las patas, concretamente en la derecha, con la anilla de nido. Después con mucha delicadeza me introdujo por el Buzón del palomar, volviendo a mi querido casillero, donde me aguardaba en el de al lado, el Querido Amigo, Josua.
Empezamos a hablar sobre la experiencia vivida y compartimos nuestras vivencias enriqueciendo mas aun nuestra temprana veteranía.

Después de unos meses de reposo en el palomar y de vida cotidiana, pasando por el Caluroso Verano, y el Otoño, nos adentrábamos en el año o temporada siguiente, Ya tenia Dos Años.

Seguirá…….

Alfredo Moreno Valerón.
Las Palmas de G. C.
Zona Sur.

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